En el marco del programa “Transferencia Promoción de los Derechos Sexuales y Reproductivos de adolescentes mujeres cis y transgénero”, financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso, se están realizando nueve talleres en seis establecimientos educacionales de la Región este año. Distintas talleristas participan de este Programa, abordando las temáticas desde las ciencias sociales y las ciencias de la salud, como la psicología, nutrición, matronería, medicina, por ejemplo.
Fernanda Torres Cifuentes, Patricia Lara Leal y Alejandra Toro Castillo, encargadas de realizar los últimos cuatro talleres, nos comentaron cuáles fueron sus motivaciones y expectativas para ser parte del Programa ejecutado por EPMUSA.
Fernanda Torres Cifuentes, desde la nutrición y salud menstrual
El sexto taller del Programa estuvo enfocado en la salud menstrual. En este, se dieron herramientas para que las y les estudiantes conocieran “cómo funciona su cuerpo y las sensaciones que pueden sentir en cada fase del ciclo menstrual. Reconocer cómo el ciclo está inmerso en la cotidianeidad y la va impactando”, explicó Fernanda Torres, nutricionista, máster en salud menstrual y encargada de este taller.
Fernanda actualmente trabaja con el enfoque HAES (Health At Every Size, es decir, salud en cualquier talla) y atiende pacientes con alteraciones del ciclo menstrual. Ella afirmó que es una temática que le empezó a interesar porque llevaba once años tomando anticonceptivos “y me empecé a cuestionar cómo era mi ciclo después de todos esos años tomándolos. Había escuchado sobre el método sintotérmico, tomé un taller sobre eso, dejé los anticonceptivos, empecé a graficar. Luego hice un magister de salud hormonal. Comencé a atender, desde la nutrición, incorporando la salud menstrual y viéndolo también desde mi propia experiencia”.
En ese sentido, realizar estos talleres le generó mucha ilusión, porque “me hubiese encantado a mí saber esto antes. Ahora tengo 32 y me empecé a meter en esto como a los 28, y qué hubiese dado por tener esta información cuando iba en el colegio, cómo hubiese vivido mi ciclo de una manera totalmente distinta. Creo que hubiese afectado hasta mi autoestima, la seguridad que tengo de mí misma, porque el poder conocer y tener esta información es súper valioso y poderoso. Me gustaría que las estudiantes entiendan que cargar con el ciclo menstrual no es algo malo, es una herramienta para poder gestionar también mis emociones, para entender por qué estoy como estoy, la relación que tengo con mi cuerpo, con la alimentación, con el ejercicio. Busco poder transmitir eso, conectar desde un lugar más emocional, espiritual, más profundo, con lo que tiene que ver nuestro ciclo menstrual y nuestra biología, como mujeres o personas menstruantes”.
Patricia Lara Leal, desde la matronería
La encargada del séptimo y octavo taller del Programa es Patricia Lara, matrona que trabaja en la atención integral a usuarias en constatación de lesiones, recepción de usuarias en atenciones ginecológicas y obstétricas tanto ambulatorias como hospitalizaciones, de alto riesgo obstétrico y en proceso de puerperio con perspectiva de género. Ella cree que esta perspectiva es fundamental en la atención médica, “para así visibilizar las desigualdades culturales y sociales y el impacto que tienen los roles de género en la vida misma, pudiendo hasta limitar los accesos a educación, trabajo y salud integral”.
“En los talleres que realizaré conversaremos sobre los métodos anticonceptivos actuales, sus mecanismos de acción, fomentando el autocuidado y la libre elección de estos de forma responsable y consciente con la realidad de cada une. Además, hablaremos de la prevención del contagio de Infecciones de Transmisión Sexual y la gestación no planeada, también sobre conductas de higiene y autocuidado y el propio reconocimiento del cuerpo para reconocer cuando algo está funcionando fuera de la normalidad”, explicó Patricia.
Su motivación para participar en el Programa es que este es “pionero en brindar información sobre los Derechos Sexuales y Reproductivos a niñas y adolescentes cis y transgénero, abordando distintos ángulos con las talleristas. Estas herramientas sirven de base durante la vida, y en la educación secundaria era un tema muy difícil de acceder y muy necesario brindar. Es un honor para mí ser parte como tallerista de este proyecto, espero que su visibilización genere la incorporación de estos temas durante el proceso educacional primario y secundario”.
Alejandra Toro Castillo, desde la medicina
Alejandra Toro, médica, diplomada en sexualidad y futura sexóloga, realizará el último y noveno taller del Programa. Ella cree que “no desarrollar un enfoque de género causa daño, lo he visto y vivido como estudiante de la salud, como paciente, como familiar y como profesional. La falta de este enfoque provoca que se reproduzcan sesgos y estereotipos durante la atención médica, perpetuando violencias de todo tipo, como la sexista, racista y capacitista, por ejemplo. No ver a través del lente del enfoque de género va en contra del objetivo fundamental de mantener y preservar la salud, y de nuestro principal mandato bioético: lo primero es no hacer daño”.
Su taller girará en torno a la salud trans y espera que las y les estudiantes “puedan conocer la realidad que viven las personas trans, tanto a través de estadísticas como de testimonios en primera persona, y sientan la responsabilidad de aportar en la construcción y mantención de espacios seguros para ellas. Creo que para eso no es necesario conocer todos los aspectos técnicos o saber con exactitud todos los conceptos; lo importante es que cada estudiante pueda entender por qué la salud trans es una deuda que tenemos como sociedad y cómo pueden comprometerse con ella de forma individual y colectiva”.
Lo que le motiva a participar en este Programa de Derechos Sexuales y Reproductivos es que es “una hermosa e importante forma de demostrar que es posible hacer Educación Sexual Integral (ESI) en el sistema educativo formal, con el compromiso y el trabajo conjunto de los establecimientos, las familias y les estudiantes. En tiempos tan difíciles como los actuales, donde abundan mitos, miedos y mentiras sobre la ESI, es fundamental mostrar con experiencias concretas que educar de forma integral en sexualidad solo trae beneficios y efectos positivos en la salud de las personas y comunidades”.